La definición previamente señalada de Castells apunta a una revolución (más no una simple evolución como se quiere hacer creer) de la acción social cultural y de la economía, en donde el medio es el mensaje (retomando a M. McLuhan).
Ahora, si bien en esta definición no nos relata nada sobre alguna ética imperante en donde se dicte que es lo que está bien y que es lo que está mal, P. Contreras en su libro “Me llamo Kohfam” nos señala algunos códigos éticos que encontró mientras investigaba a hackers españoles:
1. Toda la Información debe de ser de libre acceso.
2. El acceso a los ordenadores debe de ser ilimitado y total.
3. Desconfía de la autoridad. Promueve la descentralización.
4. Un hacker debe de ser valorado por sus “hacks”, es decir, por la calidad de sus diseños y programas.
5. Un hacker puede crear arte y belleza con un ordenador.(Contreras, 2004: 33)
Como puede verse, estos códigos de acción son totalmente compatibles con la definición escrita en el principio de este apartado. Así pues, usando la descripción de M. Luisa Zorrilla Abascal de Peer to Peer, la cual dice “el modelo p2p es un tipo de red transitoria, que permite a un grupo de usuarios de computadoras que tienen instalado un mismo programa de red conectarse entre si y acceder directamente a los archivos que tienen en sus discos duros.” (Zorrilla, 2005, 87), encontramos que, teóricamente, el uso del modelo p2p para la transferencia de información (entendiendo información como archivos electrónicos) es la evolución de su transportación y almacenamiento: del modelo rígido y geográficamente limitado al entorno inmediato al modelo digital sin límites de distribución.
Por lo tanto, debe comprenderse que la información contenida y distribuida mediante esta forma adquiere una “libertad de flujo”, justo como lo señala el código de acción hacker descrito por Contreras. De no ser así, no existiría ningún flujo de información, y por lo tanto, la sociedad red no tendría sentido.
Consecuencias Sociales
Piscitelli escribe en su libro Ciberculturas 2.0 un concepto que resulta en extremo útil para comprender lo que significa socialmente el reproducir información musical: Las técnicas de reproducción crean una distancia física y psíquica entre el artista y el público inexistente previamente, lo que hace posible nuevos modos de escuchar música y permite al oyente nuevas formas no menos imaginativas de apropiársela.
El elemento clave aquí es la distancia física y psíquica. La música ya no es interpretada por el usuario como un material propio de un individuo producto de su trabajo intelectual, mismo al que sólo puede accederse mediante un formato físico y rígido, limitado a la región inmediata donde alcance a escucharse. Ahora la música, así como el cine y demás datos que puedan transformados en datos electrónicos, es simple información al que el usuario puede accesar e interpretar desde su medio de almacenaje y reproducción preferido. Este elemento lo entendían perfectamente los dueños de “napster.com”, servicio que, a pesar de estar enterrado en el olvido, transformo la forma no solo de oír música, también de hacerla y comerciarla.
Así pues, no existe evidencia sociológica de dolo por parte de los usuarios comunes de Internet al descargar este tipo de información para su uso personal. Ellos simplemente descargan un archivo y lo reproducen, así como encienden un dispositivo cualquiera y los usan para lo que fue diseñado (como puede ser usar un bolígrafo para trazar cualquier tipo de figura en alguna superficie). No obstante, un usuario común puede transformarse en un delincuente al traficar la información sólo por un elemento: la educación y valores que posea. Cabe señalar que esto no es exclusivo de la sociedad de la información: así como un martillo y un cincel pueden hacer la más hermosa figura con una roca, también puede perpetrar el más terrible crimen.
Por lo tanto, se proponen los siguientes puntos mediante los cuales se debe entender Internet y enseñar su uso, de modo que sirva para lo que en un inicio se pensó que sería: la primera herramienta democrática de trasmisión de la información y construcción de conocimiento:
1. Internet es una herramienta democrática, por lo tanto debe de garantizarse el libre flujo de la información independientemente de donde provenga.
2. Internet transmite información y nada más. El mal uso de esta información por parte de los usuarios debe de ser lo que se castigue, no a la herramienta per se.
3. Internet está construida por todos los que tienen acceso a ella, por lo que debe asegurarse la privacidad de sus usuarios. Exponer a los usuarios de Internet es similar a traficar con ellos en la vida real.
4. Internet no es un lujo, su acceso debe de ser un derecho.
El reto no es sólo que cada vez más gente pueda acceder a Internet; también es necesario hacerles comprender para que sirve. El uso de la herramienta lo dictará cada uno de nosotros.
Bibliografía:
Manuel Castells. La Era de la Información: La sociedad red, México, Siglo XXI, 1999.
Alejandro Piscitelli. Ciberculturas 2.0, México, Paidós Contenidos, 2002.
Pau Contreras. Me llamo Kohfam, España, Gedisa, 2003.
Ludwig von Bertalanffy, Teoría General de los Sistemas, México, FCE.
Maria Luisa Zorrilla, Comunidades virtuales en Internet. Definición y clasificación, en Acta Sociológica, Nueva Época, Núm. 43, enero-abril de 2005
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